Todo bien, pero el baño se inunda.

volvería

La habitación es sencilla pero cómoda, con baño bien equipado, y tenía un balcón que daba a la calle, ideal para disfrutar del ambiente. La limpieza era diaria, y las camas muy cómodas. Lo mejor fue que, aunque está en el centro, podías salir a pasear fácilmente. Totalmente una buena opción.

Lo probé y aquí te lo cuento

La experiencia fue agridulce. Las habitaciones eran sencillas pero cómodas, con un baño bien equipado y un balcón que daba a la calle, ideal para disfrutar del ambiente. La atención del personal fue excepcional, gracias a la amabilidad de Raquel y su madre. Sin embargo, hay bastante margen para mejorar en servicios y comodidades.

la ubicación es top, justo en el centro y a dos pasos de todo. el personal es muy majo, siempre pendiente de lo que necesites. la habitación estaba limpita y cómoda. la terraza en el bulevar es perfecta para relajarse después de un día de exploración. internet en la sala es un plus para desconectar un ratito.

el baño a veces se inunda un poco y el tercer piso sin ascensor es un rollo, sobre todo si llevas maletas pesadas.

Es un hotel acogedor con habitaciones limpias y cómodas, cerca de cafeterías y rutas para senderismo, y además el personal es muy amable.

A Ubicación fantástica
B Personal muy amable

A Ruido exterior
B Falta de ascensor

La ubicación es fantástica y las habitaciones son amplias y limpias, justo lo que necesitas para disfrutar de la zona.

me sentí afortunado, no he tenido ningún inconveniente

La ubicación es, sin duda, la mejor, pero los ruidos por la música y el tercer piso sin ascensor arruinaron mi estancia. Estaba esperando un gesto especial por las molestias, pero al parecer, no tengo esa suerte. Podrían al menos mejorar el baño, que se inunda fácilmente. Casi escribo una buena reseña, pero no pude.

Es recomendable llevar un ventilador personal si buscas mayor comodidad en el clima, ya que las habitaciones pueden ser un poco calurosas por la falta de aire acondicionado.

La comida en Los Llanos De Aridane fue un festín! Probé unos tacos al pastor en Cafeteria Eden que me hicieron sentir en México, llenos de sabor y picante. disfruté de un café delicioso en Nuovo Rami Cafe que es perfecto para una pausa. Además, me encantó la limpieza diaria de la habitación y la amabilidad del personal, siempre dispuestos a ayudar.

El tercer piso sin ascensor fue una faena, y el ruido de los bares cercanos a veces interfería con mi descanso. Pero bueno, la buena onda de la zona lo compensaba, y la inundación en el baño era solo un pequeño tropiezo en un viaje lleno de buenas vibras.

Ubicación céntrica, accesibilidad a servicios, limpieza diaria

Falta un ascensor para las 4 plantas!!! El baño carece de ventilación, y la cortina de ducha causa inundaciones. La habitación tiene espacio limitado para tres personas, y el ventilador es insuficiente para el calor. ¡Podrían mejorar mucho estos aspectos!!!

La habitación tenía un balcón que daba a la calle, perfecto para disfrutar del ambiente. La limpieza se realizaba a diario, lo que otorgaba un nivel de comodidad adicional.

El hotel no está adaptado para personas con movilidad reducida, ya que no hay ascensor y la escalera puede resultar agotadora. Además, el baño carece de ventilación, la cortina de la ducha no se ajusta bien, provocando inundaciones en el suelo. La falta de espacio en la habitación fue un inconveniente, y un ventilador pequeño no es suficiente para el calor.

El Edén tiene una ubicación tan perfecta que es como tener una tienda de dulces a la vuelta de la esquina. Sus habitaciones son amplias, con vistas a las montañas que son más impresionantes que cualquier obra de arte. Además, la terraza es ideal para relajarse después de un día explorando la zona.

Algunos ruidos molestos

la habitación era un poco ruidosa, pero la ubicación es genial. además, las camas son súper cómodas y todo estaba limpio. también la terraza en el bulevar era perfecta para relajarse después de un día de recorrer la zona.

Tuve una estancia agradable en un hotel sencillo y cómodo. La habitación tenía un acogedor balcón que permitía disfrutar del ambiente y la atención del personal fue excelente, especialmente la amabilidad de la dueña y su hija. Sin embargo, el ruido exterior y la falta de un ascensor fueron un inconveniente mayor.